Pensaba de todo un poco mientras mi cigarrillo se consumía, recordaba entre una mezcla de pequeñas muecas con lágrimas; era la primera vez que sentía que todo se terminaba porque yo así lo necesitaba, porque necesitaba despertar y sólo hay tres métodos para hacerlo: 1) sufrir, 2) sufrir mucho, 3) sufrir terriblemente... Y yo, ya había pasado por los tres, pensaba (pienso) que ésta necesidad de abrir los ojos es cada día un poquito más fuerte.
Pensaba: "¿de qué me sirve seguir esperando algo que nunca va a pasar?", algo en mi mente me empujaba a apurar el trámite del proceso de superación, ya era tiempo, ya era el momento, pero a mi corazón aún le costaba deshacerse de aquella caja con recuerdos, le costaba tener que buscarte, buscarte para decirte adiós. Mi corazón se siente algo así como triste, es que a todos nos cuesta tener que despedirnos y más porque las cosas no funcionaron como hubiéramos querido.
Entonces pensé que lo mejor era dejarte volar, si nacimos libres: ¿quién soy yo para cortarte las alas y enjaularte?, nadie, no soy nadie. Entonces pensé que lo mejor era dejarte ir, aunque aún pensaba ¿por qué?, hasta que recordé, rompimos una promesa, rompimos un voto y lamentablemente, ya no podemos repararlo, no somos quienes solíamos ser.
El amor no fue lo suficientemente fuerte para soportar esto. Caímos en picada, nos dolió, nos paramos y es hora de partir, no necesitamos esto, sólo necesitamos continuar. No necesitamos tiempo porque comprendí que el tiempo sólo lo da el reloj, y no está en nuestras manos el poder de volverlo, de pararlo o de hacer que se apure. Pero sí está en nuestras manos hacer que cada segundo valga la pena estar vivos, seguir acá... Aunque era algo loco, la única que no había aprendido a seguir era yo, y ahora tenía que aprender que indispensable no lo es nadie, sólo el aire. ¿Entonces? -pensé-, sólo tenía que encontrar el camino ideal.
Sólo puedo dejarte escrito lo mucho que te quiero, lo agradecida que estoy por todo lo que dejaste como enseñanza y perdonarte por todas las cicatrices que me han quedado. No fue culpa tuya, no fue culpa mía, no es que las cosas malas le pasen a la gente buena, porque si vamos al caso, ¿qué es lo malo?, ¿qué él ya no me quiera?, ¿qué esto no funcionara?, no, nada es tan malo realmente, las cosas simplemente se dan, y sea lo que sea siempre tiene su cuota de "perfección", todo pasa porque tiene que pasar y no pasa ni antes, ni después, pasa en el momento justo, en el momento perfecto y de eso nadie está libre, tendremos que aprender a aceptarlo.
Y así es como después de haber terminado mi cigarrillo, limpio mis lágrimas, trato de sonreír y llorar menos. Aún mis manos tiemblan pensando que pronto el día de la despedida llegará, y seguro me voy arrepentir minutos después, y no voy a poder dormir, quizás derrame otra vez un par de lágrimas, pero prometo que no vas a tener que lidear más conmigo, porque ya no voy a estar para desperdiciar mi sudor con vos, ni mis enojos o comentarios, ya no vamos a pelear más, ya no vamos a histerisquear más, ya no va haber más noches acostados escuchando "Yesterday", no, no más promesas, no más votos rotos.-
