martes, 19 de abril de 2011

Nostalgias.-

En días como estos, dónde el frío congela demasiado mis manos por falta de otra mano que las apriete, he sentido tanta nostalgia de viejas épocas... Miraba fotos de amigos, familiares, gente conocida, de tantos lugares (algunos con sus bizarros significados y otros que sólo les tomé una foto por que eran atractivos). Pienso, realmente pienso, como ha pasado el tiempo!, si parecía que era ayer cuando estaba viviendo mi primer otoño a tu lado. Pareciera que hubiera sido ayer cuando nervioso tomabas mi mano y yo reía mientras te decía: "Sin miedo, no es nada del otro mundo, no te voy a comer! :) ..."

Que buenos tiempos aquellos en los que reíamos con amigos, que andábamos de aquí para allá mientras las hojas caían sin prisa, al igual que nosotros, que a paso lento recorríamos la ciudad en busca de una buena cafetería para aislarnos del frío y tomar un café caliente para entibiar los cuerpos cansados de caminar y un poco adormecidos por el viento helado. Y la encontramos!, te acordás?, aquel sucuchito en frente del banco en pleno centro, tenía un estilo acogedor, y por mi insistencia decidiste entrar, y quedamos fascinados!, realmente era muy bueno el café, y muy bueno el servicio, desde aquella vez, volvimos cada semana a tomar nuestro café, los dos solos, mientras mirábamos a la gente que tenía prisa, a la que caminaba como si no tuviera nada importante que hacer... Y entre el diario, la vista y el café, teníamos charlas interminables.

Ya sé que han pasado años, no me lo recuerdes. Pero con ésta inmensa nostalgia de verdad me creo el cuento de que fue ayer, y no hace unos tres años atrás. Aún creo que mañana me vas a llamar, que me vas hacer las preguntas típicas, esas, las de rutina. Aún pienso que mañana voy a contar las horas para que nos juntemos y salgamos a recorrer ésta pequeña gran ciudad. Sí, aún creo que mañana apenas me veas, vas abrazarme tan fuerte que mi cuerpo se va a estremecer tanto, que me voy a sentir pequeñita y frágil, pero feliz...

Pero, aunque vos no te animes a recordar que todo eso fue real alguna vez, yo me aventuro a la necesidad de acordarme de esas épocas que me hacían soñar, donde yo era feliz sólo por poder sentarme alguna mañana, o alguna tarde en frente a vos, y beber de a sorbitos aquel café tan rico que solíamos compartir entre risas y comentarios sólo nuestros. Yo reía sin parar mientras vos me contabas tus ocurrencias. No teníamos excusas, eramos simplemente tan felices que hoy siento inmensa nostalgia al extrañar aquellos días...

No era mi intensión que alguien supiera de esos momentos, sólo nuestros, pero no puedo cargar con esto sola. Perdón, necesitaba compartirlo con alguien, porque ahora tomó el café sola, mientras veo la gente caminar, esa que tiene prisa, a la que camina como si no tuviera nada importante que hacer... Y entre el diario, la vista y el café, tengo una charla un poco aburrida con la silla que está en frente de mi. Ahora ando de aquí para allá mientras las hojas caen lentamente, al igual que el ritmo de mis pasos recorriendo las veredas de ésta pequeña gran ciudad. Mientras la tarde-noche comienza a caer, despacio me pierdo entre las luces de la ciudad, agachando mi cabeza y guardando mis congeladas manos en los bolsillos, pensando, dejándome llevar a esos días que no podré olvidar con la esperanza de que una sonrisa aparezca en mi rostro y las lágrimas no se noten, porque no las puedo disimular.

Y ya lo sé que han pasado años, no me lo recuerdes más.-

1 comentario:

  1. miraalaaa voss a la nena!!! es toda una novelista virtual!!....... felicitaciones!!!! tkm amigaa!!!!!!

    perfil: RODRIGO_El_Cangry.....

    ResponderEliminar